Más que por las legendarias hazañas de las que se sienten
protagonistas, sus pilotos son conocidos sus excéntricos trajes de vuelo y
porque calzan botas tejanas. La mayoría fueron chinos reclutados por Chennault,
instructor durante la Primera Guerra Mundial y ex-piloto acrobático, a los que
se prometió un adiestramiento rápido y nada convencional y una recompensa por
cada avión enemigo que derribasen. Dividida en dos secciones, una para la
protección de Rangún y la otra de guarnición en la frontera china, la
escuadrilla de los Tigres voladores derribaron durante la guerra casi 400 aviones
enemigos perdiendo sólo cuatro pilotos. En julio de 1942 la escuadrilla queda
incorporada a la China Air Task Force de la aviación de Estados Unidos.
Víctor Yanes

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